8 de marzo de 2009

+ Bogotá es más que del género femenino (y una extensa reflexión)

En una conversación que en estos mismos momentos tengo con una amiga, me cuenta que fue, por segunda vez y en menos de un mes, víctima de la inclemente y aparentemente invisible presencia maligna, que seduce a los habitantes de este exquisito vividero.

Ésta vez fue el celular. Afortunadamente no hubo heridas más allá de la causada en su condición paisa-regionalista, la de quien viene a comprobar mitos, que irónicamente creen verdaderas para nosotros, pero se les convierten en realidad a estos colombianos de la ciudad de la eterna primavera.

Pensando en los hechos que me han rodeado los últimos días (sin entrar en detalles), llegué a la, para mí genial, conclusión de que Bogotá es una excelente, por no decir que la mejor representación de la mujer (me referiré sólo a las del tipo heterosexual, porque las del otro bando sí que son más que un enigma). Pues como le dije a mi amiga: "Hermosa pero maldita ciudad (...) por eso amo este vividero". Y por eso me son tan indispensables las mujeres, de las que hace no mucho empecé a entender cómo sobrevivir en su campo de batalla, donde la técnica no es ni estar a la ofensiva, ni estar a la defensiva, sino estar pero no estar. La frase daría la impresión de que un idiota hubiese acabado de meditar sobre el tema, pero no, ¡es brillante! ¿Por qué? Sencillo. Es como cuando en una guerra hay una gran coalición contra unos pobres, pequeños y azotados países, entonces la mejor posición -no desde el punto de vista imparcial y justo-, es mantenerse en la gran coalición que de seguro vencerá, pero sabiendo mover las fichas correctas.

En resumen, no hacer casi nada. Es estar ahí, dar la cara, pero al momento de deber entrar en acción, zafarse de ello con la disculpa de que hay cosas más importantes que hacer, o en las cuáles pensar. Es, por experiencia propia, el mejor trato que ellas pueden recibir, y parecería mentira.
Lo digo también porque durante años, me he pasado días y noches matándome la cabeza, inventándome todo tipo de maromas que yo creía que podían hacer feliz a fulanita, o le iban a dar una buena impresión a sutanita... Pero no, ese no es el camino.


Me preguntaba por qué aquellos que cualquier ser humano racional, con más de dos dedos de frente catalogaría como idiotas, imbéciles, ridículos, absurdos, chicos malos, etc. tenían un abrumador éxito con el género femenino. El mismo por el que yo pasaba horas enteras acomodando las mejores palabras y decírselas a una de sus dignas representantes. Y después de tanto tiempo, y con cierta rabia, me vengo a dar cuenta que la respuesta es de lo más sencilla: los tipos eran unos hijueputas . Y eso a ellas, las mata.


Mientras uno crece leyendo libros que guarden algún tipo de moralidad, de distinción entre el bien y el mal, de ideas que lo conviertan en un romántico o un soñador, estos "exitosos" tipos viven la vida sin esos dogmas, sin ese paradigma acerca del raciocinio femenino que uno suele armarse en la cabeza, donde la conclusión más compleja y acertada que se logra es: son raras. Bah.


Y yo, dándome cuenta de la realidad desde hace un tiempo, era reacio a cambiar mi pensar y mi actuar, defendiéndome con excusas puritanas, verídicas en la utopía, pero totalmente disfuncionales en la práctica. En esta sarcástica realidad.
De todas formas y sin ser más específico, concluyo acerca de esta extensa reflexión, que mi cambio radica básicamente en ser sutilmente indiferente y diplomáticamente hp. Porque ellas son felices. Al comienzo el cambio duele, y debe ser algo así como lo que siente Neo al descubrir Matrix, pero es casi que eso, una realidad no tan bien formada, tenebrosa y hasta peligrosa, pero de algún modo lógica.

Y así es mi ciudad, mi exquisito y ardiente vividero. Un lugar donde la hijueputez diplomática y la indiferencia sutil nos permiten una vida relativamente tranquila, con altibajos más leves y menos frecuentes, con sustos mínimos y que, además, nos permiten conocer un poco del inframundo, morder un pedacito de la exclusividad, pero más que nada conservar nuestra dignidad casi intacta y pasar deliciosamente desapercibido a través de sus más interesantes lugares; como pasa, o debería pasar con la mujer.

Así que me quedo en tu suelo Bogotá, símil de perfecta feminidad, advirtiéndote que si algún día te dejo, no será por otra -o tal vez sí por un tiempo, lejos-, pues sabes que cuentas conmigo para aprobar tu cómodo y descarado ambiente, y para no soportar tus quejidos, pero sí curar todo aquello que te aterra; como a las señoritas.

Instantánea Fe de erratas
No por todo esto dejaré de escribir mis usuales poemas y sus muy sentidos versos, porque como cualquier buen colombiano sé que acabaré diciendo: "pa' qué, pero se los merecen". Háganme sufrir todo lo que quieran, incluso entre más lo hagan, más frecuentemente me leerán. Pero eso sí, tengan moderación ("con cariño"). Todo fue una linda reflexión y espero le sirva a más de uno, por ahora todo apunta a que es un método eficiente. O(1).

6 comentarios:

dancastell dijo...

qué raye Jasalo








muy interesante como escribe ud., creo que nunca yo había leído una texto suyo escrito en prosa.


bueno, y en general, "A mí me gustó".


jaja nos hablamos

Ingrid dijo...

Increiblemente cierto..... tienes toda la razòn. Ademàs despuès de lo hoy bueno ...sin comentarios (aunque no creas, esos detalles matan aùn algunas no nos dejamos llevar por los "hi...") Sigue con tus reflexiones I like it!!!!!! ;)

Estudiante Literatura dijo...

sutilmente indiferente y diplomáticamente un hijueputa hahahaha me causó mucha gracia la conclusión:) ... Ja ! pues sí hasta tendrás razón pero a mi manera de ver respecto a uno de tus puntos no sólo nos gustan los idiotas y los chicos malos estoy casi segura que por la vida de la mayoría de las mujeres pasarán 5 tipos definidos de hombres...

Ja!... siempre estoy pendiente de este blog niño Jasalo postea algo de nuevo pero ps ja! eso es como echarte la sal por lo del sufrimiento y esas cosas pero ps hay que hacer un sacrificio por la literatura :)

Estudiante Literatura dijo...

Huy y para acompañar tu reflexión además de que se de tu gusto por la ciudad te dejo está canción de Snow Patrol que se llama take back the city:

http://www.youtube.com/watch?v=ZTX-mxcRXhI

Estudiante Literatura dijo...

I love this city tonight
I love this city always...

Anónimo dijo...

Me gusto. (perdon, pero no tengo tildes).. teoricamente no comparto frases como que la letra con sangre entra o el "hay que tratarlas mal" Pero hay de todo... y pues si, hay gente -hombres y mujeres- que asi no gocen una relacion ahi siguen.. o una pre-relacion... Eso si, cada herida en tu corazon te deja buenas herencias, te lo aseguro.. Y una frase vulgar, como que "nadie sabe para quien se bana" puede aplicar... nunca se sabe quien disfrutara la madurez que traen los corazones rotos.